
La Almohada Mini - Ct
No hay productos en el carrito.
¿Colchón duro o blando? Como siempre, echando mano de la ciencia, te contamos qué debes tener en cuenta a la hora de tomar esta decisión.
17/06/2022 | MarmotaLa eterna pregunta cuando uno se lanza a cambiar de cama: ¿colchón duro o blando?
¿Te debates entre la sensación de posarte sobre una nube o escoger colchones firmes, de esos en los que te sientas y apenas te hundes?
Normal, porque las sensaciones al dormir son muy importantes. Pero todavía lo es más dar con el mejor colchón para la espalda y cervicales, que es una de las principales causas de insomnio que tiene la mayoría de la humanidad.
Entonces, ¿cómo saber cuál es el mejor colchón para dormir?
Tranquilidad, que hemos pedido a nuestras doctoras que nos ayuden a elaborar esta guía para que puedas decidir si compras un colchón duro o blando o de firmeza media.
Comenzamos.
Empecemos por el principio, que a lo mejor estamos hablando de colchón firme cuando queremos decir colchón duro, que no es lo mismo, aunque a veces hablemos como que sí.
Sin ánimo de dar lecciones de física, es de bastante ayuda para distinguir estas dos variables saber que, por su parte, la dureza se refiere a la reacción de la superficie del colchón cuando se ejerce una presión sobre ella y se mide en Newtons.
En cambio, detrás de la firmeza se encuentra la densidad, que se mide en kilogramos por metros cúbicos —AKA kg/m³— y depende de los materiales utilizados en las diferentes capas de la estructura, sobre todo del núcleo.
¿Y esto cómo influye en tu relación con el colchón?
Pues la dureza tiene que ver con la sensación de colchón duro o blando que tenga cada persona al tumbarse y la densidad guarda relación con el grosor, durabilidad y capacidad para adaptarse a las partes del cuerpo.
La buena noticia es que estas propiedades las tienen absolutamente todos los tipos de colchones del mercado, solo que en mayor o menor medida dependiendo de su calidad.
Basta de teoría y volvamos a lo que interesa: ¿compro un colchón duro o blando? Pues como dice la canción: depende.
¿De qué depende? De cada uno y sus circunstancias; veamos qué tipo de colchón es mejor para cada uno.
Este tipo de colchones, que tienen una densidad de 80 kg/m³ o más, no son para ti si te duele el cuello, tienes una lesión de hombro, padeces escoliosis u otro tipo de problema estructural en el que el alineamiento de la columna es crucial para no levantarte con dolor o rigidez.
El asunto es que los colchones muy firmes tienden a ser muy duros y hacen que tu cuerpo se integre poco o nada en él forzando la postura.
El de firmeza intermedia, cuya densidad está entre 40 y 80 kg/m³, es el mejor colchón para espalda y cervicales, tal y como se demostró en un estudio del Comité Europeo de Normalización.
Nos cuentan las doctoras que en esa investigación se concluyó que los colchones de firmeza media promueven más comodidad, mejora de la calidad de sueño y un adecuado alineamiento de la columna vertebral.
El colchón de firmeza suave o baja tiene una densidad alrededor de los 18-40 kg/m³ y, como ya habrás imaginado, no es el mejor colchón para la espalda ni mucho menos.
Suelen ser más blandos, por lo que la sensación inicial es como si te tumbaras en una superficie con sensación de envolvimiento peeero, tu espina dorsal se desalinea y el dolor lumbar y de cuello están servidos.
Estos colchones solo son recomendables excepcionalmente para personas de muy bajo peso y que tengan problemas en la piel como heridas, escaras o úlceras.
Como ves, la firmeza del colchón es en buena medida la responsable de que duermas en una postura que favorezca la calidad de tu descanso, por eso vamos a profundizar en el tema un poco más.
Tal y como decíamos al principio, el dolor de espalda y en particular el dolor lumbar ha sido identificado como una de las causas más importantes de una baja calidad del sueño, por eso es tan relevante elegir bien tu colchón.
Y ojo, que la Dra. Rebecca Robbins, científica asociada al Hospital de mujeres de Brigham y profesora de medicina en la Escuela de Medicina de Harvard, da la clave para escoger el mejor colchón para espalda y cervicales: ¡probarlo!
Como lo oyes, dice literalmente esta doctora británica:
«Lo más importante al comprar un colchón es asegurarse de que permaneces tumbado cómodamente en el colchón porque la capacidad de permanecer sobre él es la clave; de esta manera eres capaz de comprobar si el colchón te sostiene adecuadamente. No lo sabrás hasta que lo pruebes, así que probar el colchón es la clave».
Por algo en Marmota ofrecemos 100 noches de prueba. Ni una semana ni un mes, sino 100 días con sus 100 noches y sus circunstancias, que cada persona es un mundo.
Pero no vamos a culpabilizar a la firmeza del colchón de todos nuestros males, que la postura para dormir también tiene su cuota de responsabilidad y hay que prestarle atención tanto si dormimos en pareja como si lo hacemos en soledad.
Como partimos de la base de que la postura para dormir no se elige sino que te toca, vamos a cruzar el factor firmeza del colchón con tu posición en la cama para que puedas escoger la más apropiada para ti:
En resumen: a la hora de escoger un colchón duro o blando ten en cuenta tu postura para dormir y que puedas probarlo el tiempo suficiente como para saber si puedes permanecer en él una noche entera de sueño.
Y enlazamos con una de materiales, que tienen mucho que decir en esto de la firmeza del colchón.
Por si no estás muy puesto en esto de cómo están hechos los colchones, empecemos por decir que la inmensa mayoría de los que hay en el mercado están compuestos por un núcleo y otras capas que lo envuelven.
Dicho esto, recapitulemos brevemente los principales tipos de colchones que hay según su material:
¿Qué firmeza tiene cada uno?
Pues otra vez depende. Depende de cuántas capas tenga, de su grosor y de los materiales que acompañen al núcleo.
De ellos, el de muelles y el de viscoelástica son los que más varían en cuanto a firmeza se refiere porque dan más juego a la hora de revestirlos de más o menos capas.
Eso ya va en función de cada fabricante.
Por poner un ejemplo que conocemos bien, nuestro nuevo colchón, el Marmota Active, pensado para deportistas sobre todo, tiene cinco capas que le dan una firmeza muy estable y además gran adaptabilidad:
Por lo que se refiere a los de látex, ten en cuenta que verás por ahí la etiqueta látex natural 100% pero no siempre es así. Para ganarse semejante categoría debe tener al menos un 85%; que no te den una cosa por la otra.
Todo lo que sea por debajo de ese 85% será látex con espuma, y no hay ningún problema con eso salvo porque esa capa de espuma repercutirá en la firmeza del colchón. En general son de firmeza media.
Y los de espuma, pues mira, hazte un favor y no te compres ningún colchón solo de espuma, que en general son lo peor para la espalda y duran poco.
¿Echas en falta algo en esta ecuación? Voilà, es la almohada, que también tiene lo suyo en cuanto a firmeza.
Lo primero, y con esto ya tenemos la mitad del camino recorrido para cuidar de la alineación de espalda, cervicales y cabeza: prohibidas las almohadas de plumas, que son blandas y se deforman con facilidad.
Y ya que estamos, evita también las de poliéster, que su retención de la humedad y su falta de biodegradabilidad no compensan el precio.
Ahora vamos con las que sí son buenas candidatas.
Nos dicen las doctoras que para escoger el relleno tengamos en cuenta que debería ser voluminoso, resiliente y cómodo. Y a ser posible, sostenible.
Según nos cuentan, todas esas cualidades las reúne el lyocell, un tejido de origen vegetal cada vez más utilizado, y por supuesto el látex y la viscoelástica porque los tres pueden tener el volumen adecuado, se adaptan sin deformarse y duran mucho.
Es decir, que una almohada de cualquiera de estos materiales cumplirá su función de alinear la cabeza con la espina dorsal.
Ojo, que tipos de almohadas hay muchos y dependiendo de tu envergadura y de tu condición física tendrás que jugar con la altura y la forma; como norma general, debes asegurarte de que su grosor sea adecuado para la medida de tus hombros: ni por encima de ellos ni por debajo, que forzarías las cervicales.
Y vamos rematando…
A modo de conclusión sobre si escoger un colchón duro o blando, te diríamos que te quedes con lo que dice la Dra. Robbins: prueba el colchón para asegurarte de que te sostiene adecuadamente.
Tú ahí juegas con dos ases en la manga: los 100 días de prueba de Marmota y que te ayudamos a decidir la firmeza de tu colchón y todos los aspectos que te preocupen.
💁🏻 Solo tienes que pedir cita con uno de nuestros especialistas del descanso, que están encantados de resolver las dudas de los clientes marmoteros a la hora de elegir colchón.
Esta guía la hemos elaborado con la ayuda de nuestras doctoras especialistas y acudiendo a estudios científicos publicados acerca de la firmeza del colchón y de la almohada. Por si te apetece saber un poco más, aquí te dejamos nuestras fuentes:
Por tiempo limitado: 45€ de descuento en colchones y packs Premium
Gracias por suscribirte.
Ya eres una verdadera marmota
Muchas gracias por suscribirte
Ya eres una verdadera marmota
Muchas gracias por suscribirte
Suscríbete a nuestra newsletter para conseguir un descuento extra en tu primer pedido